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Ideas de Mensajes para los Obituarios de tus seres amados

Pensamientos para recordatorios de obituarios

  

“Cuando el Señor nos llama ya no hay vuelta que dar. La decisión ha sido tomada por él y debemos respetarla.

 

El dolor que dejan es inevitable pero tomemos con alegría de saber que aun que ya no está presente de cuerpo, el recuerdo siempre vivirá en nuestros corazones. Elevemos una oración al cielo y dejémoslo descansar en paz.”

 

“Decir adiós es la prueba fehaciente de que se ama a alguien, porque, aunque el dolor es mucho, se es capaz de entender la decisión de Dios.

 

Gracias por ser parte de esta familia, que nunca se olvidará de ti. Porque fuiste un ser humano maravilloso, un padre excelente, un hermano amoroso, un irreemplazable esposo.

 

Gracias por enseñarnos cada día a vivir con el corazón y con el alma, a entregar todo para no arrepentirnos de nada. Ve con Dios, y que sea Él quien ahora disfrute de tu presencia”.


“Sabemos que es triste aceptar la partida de una persona a quien en vida hemos amado, compartido y mucho mas pero recordemos que fue una decisión de Dios y debemos aceptarla y resignarnos ante esta perdida.

Se dice que todos venimos a este mundo a cumplir una misión para luego retornar al lado del Señor; al parecer ella ya la había cumplido y por eso no está más con nosotros. Recordémosla con aquella sonrisa que siempre llevaba en el rostro y con esa alegría que la caracterizaba.”


“Queridas amigas se que en este momento el dolor se ha apoderado de nuestros corazones al ver partir a una de nosotras pues siempre fuimos muy unidas y hoy ya no será lo mismo.

Demosle paz a nuestra alma de saber que no está sola pues esta junto a nuestro Señor y a su lado nada le faltara. Sigamos por el camino que aun nos queda por recorrer y tengamos fe que algún día todo iremos a su encuentro y será para siempre. Muchas bendiciones a cada una de ustedes y que la virgen las cubra con su manto.”


“Deseo que la bendición del Señor llegue a cada uno de sus corazones en este momento de dolor. Ver partir al ser amado no es nada fácil pero debemos aprender a resignarnos y agradecer al Señor que lo cobije entre sus brazos.

Nuestro Padre es el único ser que decide cuando partiremos de este mundo y hoy el ha sido el elegido. No sientan más tristeza por el contrario siéntanse en paz de saber que ahora es parte del reino de los cielos. Bendiciones para todos ustedes.”


“A pesar de su corta edad hemos tenido que afrontar su partida cuando aun tenía una vida por delante y eso es algo que nadie se lo puede explicar.


La vida nos da sorpresas que jamás imaginamos como esta pero pensemos que el Señor ha tenido una razón para obrar así.

Recordémoslo como el pequeño angelito que fue y que ilumino nuestras vidas mientras estuvo con nosotros. Que Dios lo tenga en su gloria.”


“Cuando el Señor nos llama ya no hay vuelta que dar. La decisión ha sido tomada por él y debemos respetarla.

El dolor que dejan es inevitable pero tomemos con alegría de saber que aun que ya no está presente de cuerpo, el recuerdo siempre vivirá en nuestros corazones. Elevemos una oración al cielo y dejémoslo descansar en paz.”

No hay nada más duro y difícil de soportar que la pérdida de un ser querido. Ante situaciones como estas solo nos queda resignarnos y aceptar que ha sido la voluntad de Dios.

 

Nuestro Señor es el único que sabe cuánto tiempo durara nuestro paso por la tierra es por eso que mientras tengamos vida debemos aprender a disfrutarla y vivirla con alegría.


“Decir adiós es la prueba fehaciente de que se ama a alguien, porque, aunque el dolor es mucho, se es capaz de entender la decisión de Dios.

Gracias por ser parte de esta familia, que nunca se olvidará de ti. Porque fuiste un ser humano maravilloso, un padre excelente, un hermano amoroso, un irreemplazable esposo.

 

Gracias por enseñarnos cada día a vivir con el corazón y con el alma, a entregar todo para no arrepentirnos de nada. Ve con Dios, y que sea Él quien ahora disfrute de tu presencia”.


“Se agradece a los familiares y amigos por estar presentes en la despedida de nuestra Madre. Esta mujer que era capaz de dar hasta su propia vida porque los demás fuéramos felices, se va hoy para siempre.

Aunque este ‘para siempre’ no sea más que la forma de decir que ‘hasta que nos volvamos a ver cuando el Señor lo decida’.

Porque es Dios quien nos volverá a regalar la dicha de estar en sus brazos protectores, viendo su sonrisa reparadora”.


“Nos despedimos de ti, pero vives en nuestros corazones. Por eso podemos decir que no has muerto, porque, mientras vivas aquí, tu presencia nos cuidará como cuando en vida lo hacías.

Le damos las gracias al Señor por habernos permitido conocerte y disfrutarte tantos años. Ahora estás con Él, esperando por todos nosotros. Te amamos siempre”.

 

“Todos sabemos lo felices que eran los días contigo, Papá. Hoy te vas, pero no hay tristeza en nuestros corazones.


“Queridos familiares y amigos, queremos darles las gracias por acompañarnos en este difícil momento. No es fácil para nosotros decirle adiós a alguien que significa tanto en nuestras vidas, pero con su ayuda infinita la pena se ha hecho menor.

 

Gracias a todos y cada uno de ustedes por querer a nuestro hermano, por demostrar que siempre estuvieron con él, a pesar de todo. Le decimos adiós, pero solo de manera formal, porque bien sabemos que no se va. Porque mientras se recuerde a una persona, esta vive en el alma y corazones de sus seres queridos”.


Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo.


Para que haya un día es necesaria una noche, para morir es necesario haber vivido por eso la existencia es un contraste entre el futuro y el olvido.


Al final nos vamos sin nada, pero tú nos dejas tus obras, familia, amigos y la influencia por las ideas que has manifestado.


No está en mis manos cambiar esta situación tan dolorosa, pero trabajaré para afrontarlo con la entereza suficiente para superarlo.


¡Ay que larga es la vida! /¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, esos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no muero.


Las sombras del día son como gemidos de dolor al sentir la nostalgia de su espacio vacío.


Si Dios existe, le voy a pedir cuentas de lo absurdo de la vida, del dolor, de la muerte, de haber dado a unos la razón y a otros la estupidez… y de tantas otras cosas.


No quiero pensar en ti porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento.


Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de ti… y de Dios.


Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?


Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.


El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.


Aun si voy por valles tenebrosos,no temo peligro algunoporque tú estás a mi lado;tu vara de pastor me reconforta.


Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.


Este mensaje es digno de crédito:Si morimos con él,también viviremos con él.


Grábame como un sello sobre tu corazón;llévame como una marca sobre tu brazo.Fuerte es el amor, como la muerte,y tenaz la pasión, como el sepulcro.Como llama divinaes el fuego ardiente del amor.


Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.


Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir.


Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente.


Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.»


Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo.


De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos.


Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.


¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?¿A dónde podría huir de tu presencia?Si subiera al cielo, allí estás tú;si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,también estás allí.


Entonces Jesús exclamó con fuerza: ―¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró.


En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”.


No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.


Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.


Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.


Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas.


De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.


Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!

 
 
 

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